¡Hola a todos!
Vuelvo con otra entrada de este maravilloso reto de escritura creativa de Stiby y Musajue. Como os comenté en el relato de enero, podéis apuntaros todavía a este fantástico reto en las entradas en las que se explican las bases del mismo y podéis ver los relatos de los participantes y su clasificación. Las entradas son esta en el blog de Stiby y esta otra en el blog de Katty.
En este primer relato del mes, he hecho una primera escritura y luego lo he rellenado un poco. No he querido intentar llegar a las 1000 palabras, puesto que en el anterior relato (el único que hice en enero), me costó mucho conseguirlo, así que he preferido no forzar la maquinaria y escribir algo sin presiones, según surgiera. Es una forma de escribir que me funcionaba en el pasado, así que para retomar este hábito de escribir, he decidido que mejor despacito y con buena letra, aunque no consiga todos los OP (aka: origipuntos) y me duela en mi alma adicta a rellenar casillitas de puntos o logros 😦
¡Espero que os guste!
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El contraataque
Cuando me ofrecí como voluntario para formar parte del plan de liberación de la tierra, no pensé que una de las cosas que me pedirían sería ésta. Seguramente se me debería haber pasado por la cabeza.
Je.
Cabeza.
Miro mi reflejo en el espejo. Hace más o menos un siglo todos llevamos el pelo largo. Largas melenas, a menudo enmarañadas por el combate constante. Melenas que nos permiten identificarnos como humanos.
Cuando los alienígenas llegaron a la Tierra, no se parecían demasiado a nosotros. Pero su capacidad de combate era muy limitada. Sin embargo, aquí estamos, combatiéndolos. Extraño, ¿no?
Pese a no parecerse, no tardaron mucho en confundirse con un humano normal. Su capacidad de adaptación les permitía formar carcasas en las que meterse, en las que pasar por humano y mimetizarse en el ambiente. Sin embargo, pese a poder crear un tejido sintético extremadamente parecido a la piel humana y que sólo se distinguía al tocarlo, hubo una cosa que nunca pudieron simular. El pelo.
El pelo humano, a veces rizado, a veces liso. En ocasiones naturalmente claro y otras veces tintado. Ese pelo que en un día húmedo se encrespa, y que empieza a romperse después de dejarlo crecer. No supieron emularlo. Ni aún ahora, después de colarse por todos los huecos de la sociedad.
Así que lo compran. Grandes pelucas de pelo natural en el mercado negro. Antes las usaban los pacientes con cáncer. Ahora, al haberse colado en la mayoría de los sistemas de gobierno, consiguen ese pelo en el mercado negro. Ya no hay pelucas contra el cáncer. Porque ya no se cura a humanos.
Lentamente, se infiltraron en todas las estructuras de poder. Invadieron los gobiernos, fuerzas de seguridad, los colegios, los servicios de sanidad.
La última noticia es que se ha erradicado el cáncer, al igual que otras muchas enfermedades. Ahora los enfermos son meros casos anecdóticos. Pero mi gente sigue muriendo. Las enfermedades ya no existen, porque no se diagnostican. La sanidad es una enorme mentira, la han mantenido para que algunos aún sigan con la falsa esperanza de que nada ha cambiado. Para que los pocos que estimamos que quedamos no nos alcemos en masa contra ellos.
Así que la única forma de derrocarlos es fingir ser uno de ellos.
Por eso miro mi reflejo antes de que me corten el pelo. La larga melena oscura. Por supuesto, también tendrán que afeitarme. Tendré que cuidar que nunca me crezca demasiado, más allá de la sombra que se maquillan todos los días. No debo despertar sospechas.
Hoy comienza el contraataque.
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Y eso es todo. Como habéis podido ver, corresponde al ejercicio 22: ‘Relata una situación en la que alguien se vea obligado a cortarse el pelo por un motivo fuera de lo corriente’. ¡Espero que os haya gustado!
Os dejo la pegatina, no sin antes daros muchísimas gracias por pasaros por aquí y haber llegado hasta el final :3 ¡Gracias!